MILTON KEYNES, Inglaterra – Un vehículo de carreras, al igual que una escudería de la Fórmula 1, es tan bueno como la suma de sus partes. Si alguna de estas piezas, falla, el desempeño de toda la unidad se verá comprometido.
Este es un principio que comprende bien Oliver Fairclough, ingeniero de soporte de electrónica del equipo INFINITI Red Bull Racing. Su principal responsabilidad es asegurarse que el RB11 de Daniel Ricciardo tenga la configuración eléctrica correcta.
Para ello, tiene que ver el desempeño del vehículo y dar la mejor retroalimentación posible a los diferentes integrantes del equipo de ingeniería, que a su vez se asegura que el vehículo tenga la mayor fiabilidad posible.
Antes de cada carrera, él y su equipo hacen diversos cambios en la configuración electrónica del vehículo para adaptarse a las características de cada circuito. Respecto al Gran Premio de Italia, Oliver comenta:
“Es una pista muy rápida. Las rectas son muy largas, lo cual significa que los componentes tendrán que resistir temperaturas muy altas, pero a la vez nos da la oportunidad de poner a funcionar más sensores aerodinámicos de lo que normalmente hacemos, y aprender más sobre el desempeño aerodinámico del vehículo.”
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